El artículo está plagado de errores. Dice que los sistemas de voto electrónico se han adoptado "en Estados Unidos", cuando sólo lo han hecho en algunos lugares; describe el sistema de voto de Indra, como si ese fuera el empleado allí; olvida algunos fallos informáticos que se han producido (ya contados en esta página); se equivoca con fechas...
Lo peor es su su entusiasmo benevolente: "Ni piratas informáticos, ni fallos de sistema han empañado el funcionamiento de las pantallas táctiles que se habilitaron en los colegios electorales y el resultado ha sido más que óptimo." Lo cual le lleva a dar por bueno que ya está probado que los sistemas electrónicos son seguros. Suponiendo que el sistema haya funcionado bien una vez, ya podemos concluir que el sistema es seguro.
Además, curiosamente, precisamente porque los sistemas electrónicos usados en algunas partes no tienen ningún sistema para comprobar que no haya errores o fraudes, la única manera que tenemos ahora para saber que las urnas electrónicas no han hecho "cosas raras", es comparar la evolución del voto donde hay urnas electrónicas con la de los condados donde hay otros sistemas de votación. Si en todas partes hubiera urna electrónica de las que no tienen "rastro en papel" no habría posibilidad ninguna de detectar un fraude bien organizado manipulando el software.
Y parece que a los señores de Dealer World esto les parece el no va más. Y por eso, según ellos, ahora "le toca" a España. Según Indra, “tecnológicamente la solución ya está y no hay ningún problema en que hoy hiciéramos las elecciones”.
Y más:
Las previsiones del Ejecutivo se centran en que los dos tipos de voto electrónico; no presencial (a través de Internet, SMS o la TV digital) y presencial (la que se ha utilizado en Estados Unidos) sean válidas.
El principal problema ya no es la tecnología (a la vista del resultado de Estados Unidos funciona casi perfectamente) sino que nuestra Ley Electoral no permite el voto electrónico y, para que éste se pudiera utilizar, habría que reformar la mencionada Ley Electoral y eso lleva un tiempo.
Vaya, pues no me había enterado yo de que la tecnología ya estuviera ahí para garantizar el voto electrónico por SMS Y TV digital, y por Internet. Supongo que también garantizan estos señores que el voto es secreto, y también libre, por cierto, es decir que nadie (pongamos un jefe) pueda exigir a otro (pongamos un empleado) que vote de la manera que él quiere (¿cómo se garantiza eso con el voto remoto?).
En todo caso, no hay que alarmarse. Porque para el referendum de febrero no da tiempo a hacer todo esto:
Pero la reforma de la Ley no es el único problema al que se enfrenta el voto electrónico en España, sino que además habría que proporcionar a cada ciudadano de un certificado digital (y estamos hablando de casi 30 millones de personas) y llevar a los colegios electorales los equipos necesarios según el sistema de voto elegido. Demasiados problemas que resolver en sólo tres meses.
Todo se resuelve con ordenadores y certificados electrónicos. Qué simpleza.