10 días después de las elecciones USA, oficiales de un condado de Utah descubrieron que sus ordenadores habían "perdido" 33.000 votos, aproximadamente uno de cada cinco. Los votos pudieron ser recuperados, y no afectaron al resultado de ninguna competición electoral.
Interesante. Las máquinas funcionaron bien, pero habían sido mal programadas. "Sólo una letra en el código" fue suficiente para causar el error.