Magnífico artículo en el New York Times de James Fallows:Electronic Voting 1.0, and No Time to Upgrade (registro gratuito).
Idea básica: el autor se fía de los ordenadores para miles de operaciones comerciales, usa cajeros, compra billetes de avión por Internet... pero no se fía del voto electrónico. ¿Por qué? Porque le faltan dos principios que son la base de los super-fiables sistemas que usamos en tantas y tantas actividades diarias.
Primero: los sistemas no funcionan a la primera, ni las cincuenta primeras veces, y todo el mundo lo sabe. Por eso los programas informáticos pasan por tantas versiones. Pero además los sistemas comerciales están sometidos a un test "en vivo" de miles o millones de usos por horas. Si algo va mal, se sabrá inmediatamente.
Segundo: todos los sistemas tienen algún tipo de confirmación de las operaciones. Recibos de los cajeros, carpetas de "enviado" en los mensajes electrónicos, impresión de una pantalla cuando hacemos una compra electrónica...
Ni uno ni otro son posibles con un sistema de voto electrónico sin rastro de papel.
lunes, noviembre 29, 2004
Los lectores ópticos son probablemente mejores que el voto electrónico puro
Este editorial del Los Angeles Times (registro gratuito) dice que, aunque las teorías conspiratorias sobre el robo de las elecciones por Bush han quedado desacreditadas, no se debe deducir, incorrectamente, que el fraude sea imposible.
Las máquinas de voto electrónico son demasiado inseguras, aunque un sistema de impresión de voto, como el implantado en Nevada, podría hacerlos más o menos verificables.
Un posible remedio: usar lectores ópticos en su lugar, que cuestan la tercera parte y producen incluso menores errores.
Las máquinas de voto electrónico son demasiado inseguras, aunque un sistema de impresión de voto, como el implantado en Nevada, podría hacerlos más o menos verificables.
Un posible remedio: usar lectores ópticos en su lugar, que cuestan la tercera parte y producen incluso menores errores.
martes, noviembre 23, 2004
El PP rechaza el voto electrónico en Euskadi
Según esta información del Diario Vasco, el PP se suma al PSE y UA en la oposición al proyecto del Gobierno Vasco.
Sin embargo, se espera la abstención o el voto a favor de Sozialista Abertzaleak, con lo que el proyecto será probablemente aprobado.
Sin embargo, se espera la abstención o el voto a favor de Sozialista Abertzaleak, con lo que el proyecto será probablemente aprobado.
lunes, noviembre 22, 2004
El voto electrónico es un gran avance... en Florida
El Miami Herald (requiere registro gratuito) cuenta como un gran avance que el uso de voto electrónico ha disminuido dramáticamente este año respecto a 2000 los casos de votos "perdidos" tan famosos entonces. Son votos perdidos los que "undervotes" (no se registra ningún voto, sería el equivalente a nuestro voto en blanco) y los "overvotes" (se han registrado votos a dos candidatos, y por tanto el voto es nulo).
En 2000 fueron muchos miles y ahora se han reducido a la décima parte, o menos. Un ejemplo de cómo el voto electrónico, en USA, puede servir para resolver problemas que aquí no tenemos.
Pero atención: incluso allí el voto electrónico no es la única solución. En algunos condados, donde tenían voto con lector óptico (con una hoja como la que usamos aquí para las quinielas), había muchos votos perdidos porque no había lectores en cada lugar de votación. Los votos se juntaban por la noche en unos pocos sitios donde se leían todos, y si había errores no se podían corregir. Ahora han puesto lectores en cada lugar de votación, de manera que cada voto se lee en el momento de depositarlo. Si la máquina ve que hay votos blancos o nulos devuelve la papeleta. Pues bien, con ese sistema, el porcentaje de votos "perdidos" es más bajo aún que en los condados con voto electrónico.
Y hay soporte físico para el voto, de manera que hay posibilidad de revisar manualmente los votos, en caso de duda.
En 2000 fueron muchos miles y ahora se han reducido a la décima parte, o menos. Un ejemplo de cómo el voto electrónico, en USA, puede servir para resolver problemas que aquí no tenemos.
Pero atención: incluso allí el voto electrónico no es la única solución. En algunos condados, donde tenían voto con lector óptico (con una hoja como la que usamos aquí para las quinielas), había muchos votos perdidos porque no había lectores en cada lugar de votación. Los votos se juntaban por la noche en unos pocos sitios donde se leían todos, y si había errores no se podían corregir. Ahora han puesto lectores en cada lugar de votación, de manera que cada voto se lee en el momento de depositarlo. Si la máquina ve que hay votos blancos o nulos devuelve la papeleta. Pues bien, con ese sistema, el porcentaje de votos "perdidos" es más bajo aún que en los condados con voto electrónico.
Y hay soporte físico para el voto, de manera que hay posibilidad de revisar manualmente los votos, en caso de duda.
El estudio de Berkeley sobre Florida recibe otra andanada
Alex Strashny, estudiante de doctorado de Mathematical Behavioral Sciencies (a saber qué es eso) en la Univ. de California en Irvine, argumenta que el paper de los chicos de Berkeley sobre el fraude con voto electrónico en Florida está mal hecho.
domingo, noviembre 21, 2004
Buenos Aires adoptará el voto electrónico
Según esta noticia Buenos Aires adoptará el voto electrónico en 2007.
Lo más divertido es la justificación: “Buscamos abaratar y transparentar el sistema electoral”.
Seguro.
Lo más divertido es la justificación: “Buscamos abaratar y transparentar el sistema electoral”.
Seguro.
sábado, noviembre 20, 2004
Argumentos blandos a favor del voto electrónico
La revista de informática Dealer World escribe este artículo o editorial, en mi opinión flojisísimo, a favor del voto electrónico. Es un ejemplo de tecnofilia blanda y boba, que ignora por completo el valor de lo que está en juego, y que ignora por completo la pregunta de si todo esto merece la pena.
El artículo está plagado de errores. Dice que los sistemas de voto electrónico se han adoptado "en Estados Unidos", cuando sólo lo han hecho en algunos lugares; describe el sistema de voto de Indra, como si ese fuera el empleado allí; olvida algunos fallos informáticos que se han producido (ya contados en esta página); se equivoca con fechas...
Lo peor es su su entusiasmo benevolente: "Ni piratas informáticos, ni fallos de sistema han empañado el funcionamiento de las pantallas táctiles que se habilitaron en los colegios electorales y el resultado ha sido más que óptimo." Lo cual le lleva a dar por bueno que ya está probado que los sistemas electrónicos son seguros. Suponiendo que el sistema haya funcionado bien una vez, ya podemos concluir que el sistema es seguro.
Además, curiosamente, precisamente porque los sistemas electrónicos usados en algunas partes no tienen ningún sistema para comprobar que no haya errores o fraudes, la única manera que tenemos ahora para saber que las urnas electrónicas no han hecho "cosas raras", es comparar la evolución del voto donde hay urnas electrónicas con la de los condados donde hay otros sistemas de votación. Si en todas partes hubiera urna electrónica de las que no tienen "rastro en papel" no habría posibilidad ninguna de detectar un fraude bien organizado manipulando el software.
Y parece que a los señores de Dealer World esto les parece el no va más. Y por eso, según ellos, ahora "le toca" a España. Según Indra, “tecnológicamente la solución ya está y no hay ningún problema en que hoy hiciéramos las elecciones”.
Y más:
Vaya, pues no me había enterado yo de que la tecnología ya estuviera ahí para garantizar el voto electrónico por SMS Y TV digital, y por Internet. Supongo que también garantizan estos señores que el voto es secreto, y también libre, por cierto, es decir que nadie (pongamos un jefe) pueda exigir a otro (pongamos un empleado) que vote de la manera que él quiere (¿cómo se garantiza eso con el voto remoto?).
En todo caso, no hay que alarmarse. Porque para el referendum de febrero no da tiempo a hacer todo esto:
Todo se resuelve con ordenadores y certificados electrónicos. Qué simpleza.
El artículo está plagado de errores. Dice que los sistemas de voto electrónico se han adoptado "en Estados Unidos", cuando sólo lo han hecho en algunos lugares; describe el sistema de voto de Indra, como si ese fuera el empleado allí; olvida algunos fallos informáticos que se han producido (ya contados en esta página); se equivoca con fechas...
Lo peor es su su entusiasmo benevolente: "Ni piratas informáticos, ni fallos de sistema han empañado el funcionamiento de las pantallas táctiles que se habilitaron en los colegios electorales y el resultado ha sido más que óptimo." Lo cual le lleva a dar por bueno que ya está probado que los sistemas electrónicos son seguros. Suponiendo que el sistema haya funcionado bien una vez, ya podemos concluir que el sistema es seguro.
Además, curiosamente, precisamente porque los sistemas electrónicos usados en algunas partes no tienen ningún sistema para comprobar que no haya errores o fraudes, la única manera que tenemos ahora para saber que las urnas electrónicas no han hecho "cosas raras", es comparar la evolución del voto donde hay urnas electrónicas con la de los condados donde hay otros sistemas de votación. Si en todas partes hubiera urna electrónica de las que no tienen "rastro en papel" no habría posibilidad ninguna de detectar un fraude bien organizado manipulando el software.
Y parece que a los señores de Dealer World esto les parece el no va más. Y por eso, según ellos, ahora "le toca" a España. Según Indra, “tecnológicamente la solución ya está y no hay ningún problema en que hoy hiciéramos las elecciones”.
Y más:
Las previsiones del Ejecutivo se centran en que los dos tipos de voto electrónico; no presencial (a través de Internet, SMS o la TV digital) y presencial (la que se ha utilizado en Estados Unidos) sean válidas.
El principal problema ya no es la tecnología (a la vista del resultado de Estados Unidos funciona casi perfectamente) sino que nuestra Ley Electoral no permite el voto electrónico y, para que éste se pudiera utilizar, habría que reformar la mencionada Ley Electoral y eso lleva un tiempo.
Vaya, pues no me había enterado yo de que la tecnología ya estuviera ahí para garantizar el voto electrónico por SMS Y TV digital, y por Internet. Supongo que también garantizan estos señores que el voto es secreto, y también libre, por cierto, es decir que nadie (pongamos un jefe) pueda exigir a otro (pongamos un empleado) que vote de la manera que él quiere (¿cómo se garantiza eso con el voto remoto?).
En todo caso, no hay que alarmarse. Porque para el referendum de febrero no da tiempo a hacer todo esto:
Pero la reforma de la Ley no es el único problema al que se enfrenta el voto electrónico en España, sino que además habría que proporcionar a cada ciudadano de un certificado digital (y estamos hablando de casi 30 millones de personas) y llevar a los colegios electorales los equipos necesarios según el sistema de voto elegido. Demasiados problemas que resolver en sólo tres meses.
Todo se resuelve con ordenadores y certificados electrónicos. Qué simpleza.
viernes, noviembre 19, 2004
Más dudas sobre Florida
Un grupo de investigadores de la Universidad de Berkeley ha hecho un estudio sobre la distribución de los votos en Florida, distinguiendo condados que usan voto electrónico, y otros que no, y ha encontrado un aumento sospechoso de los votos de Bush (resumen aquí, y texto completo aquí), según leo en la ElectionLaw.
Como en otros casos publicados recientemente, de los que hablaba en un mensaje anterior, poco después han aparecido críticas del estudio, que ponen en duda las conclusiones del estudio. Algunas de las críticas me parecen muy pertinentes: por ejemplo, en Equal Vote, se explica que el estudio se basa en unas pocas variables, e ignora muchos otros factores que podrían explicar las "anomalías". En la página de Mystery Pollster hay también muchos comentarios de los lectores poniendo en duda las conclusiones del estudio.
Para mí, tanto me da que el estudio sea bueno o malo. Volvemos al punto crucial: el voto electrónico permite las sospechas de fraude, y el voto manual, a la antigua, no. Una INMENSA ventaja que tenemos los que no usamos el voto electrónico.
Como en otros casos publicados recientemente, de los que hablaba en un mensaje anterior, poco después han aparecido críticas del estudio, que ponen en duda las conclusiones del estudio. Algunas de las críticas me parecen muy pertinentes: por ejemplo, en Equal Vote, se explica que el estudio se basa en unas pocas variables, e ignora muchos otros factores que podrían explicar las "anomalías". En la página de Mystery Pollster hay también muchos comentarios de los lectores poniendo en duda las conclusiones del estudio.
Para mí, tanto me da que el estudio sea bueno o malo. Volvemos al punto crucial: el voto electrónico permite las sospechas de fraude, y el voto manual, a la antigua, no. Una INMENSA ventaja que tenemos los que no usamos el voto electrónico.
jueves, noviembre 18, 2004
33.000 votos perdidos por un ordenador
10 días después de las elecciones USA, oficiales de un condado de Utah descubrieron que sus ordenadores habían "perdido" 33.000 votos, aproximadamente uno de cada cinco. Los votos pudieron ser recuperados, y no afectaron al resultado de ninguna competición electoral.
Interesante. Las máquinas funcionaron bien, pero habían sido mal programadas. "Sólo una letra en el código" fue suficiente para causar el error.
Interesante. Las máquinas funcionaron bien, pero habían sido mal programadas. "Sólo una letra en el código" fue suficiente para causar el error.
lunes, noviembre 15, 2004
La mini-debacle de Estados Unidos-2004
Aunque muchos anticipaban que podía repetirse lo del año 2000, este año las cosas han ido relativamente tranquilas en Estados Unidos (hasta ahora). Kerry concedió la derrota, después de echar cálculos, y no estamos ante una pesadilla legal y política como la de hace cuatro años.
Respecto a lo que me interesa en esta página, lo cierto es que no ha habido "catástrofes mayores" en el uso del voto electrónico.
En Carolina del Norte, el mal manejo de unas máquinas hizo que se perdieran 4.500 votos. El resultado no afecta a las elecciones presidenciales, pero puede impedir la elección de ciertos cargos locales.
También falló el nuevo sistema implantado en elecciones locales de San Francisco que permitía a los electores poner en orden a los candidatos y llevar a cabo una "segunda vuelta instantánea", eliminando a los que tuvieran menos votos, y adjudicando a los candidatos restantes las segundas, terceras o sucesivas preferencias de los votos a los candidatos eliminados. Cuatro de las siete elecciones quedaron provisionalmente sin resolver.
En Columbus, Ohio, una máquina electoral dio a Bush, en los resultados provisionales, 4.258 votos, contra 260 votos de Kerry, en un colegio electoral con sólo 638 votantes. El problema fue detectado y resuelto fácilmente.
Por otra parte, en Florida, un error informático hizo que en los resultados parciales del escrutinio de unos referendums locales (no en las elecciones presidenciales), a partir de cierta cuantía de votos, cada nuevo voto fuera descontado, en lugar de sumado, al total.
Eso es todo, que yo sepa, a estas alturas. Y es bien poco, teniendo en cuenta que hablamos de una votación con unos 120 millones de votos emitidos, para literalmente miles de puestos distintos.
Ahora bien, en varios de esos casos, los errores detectados han derivado de que los resultados dan "cifras imposibles": más votos totales que votos emitidos, o al revés. Por definición, no sabemos cuántos errores más se han podido producir en los que una máquina electrónica de votación (de las que no dejan rastro en papel) haya producido resultados "coherentes".
Curiosamente, las acusaciones de fraude o los rumores del tipo "ganó Kerry" que corren por las páginas de simpatías demócratas en Internet, apuntan a otros métodos de votación más tradicionales, y no al voto electrónico.
El fuego lo abrió Greg Palast, periodista de investigación más bien inclinado contra Bush, que escribió en su página simplemente "Kerry Won", y lo atribuyó a las máquinas de votar con perforaciones, como las que se hicieron famosas en Florida en 2000. Según sus cálculos, los votos perdidos por esas máquinas, que se usan sobre todo en distritos con fuerte voto a Kerry (92.000, según The Plain Dealer, de Cleveland), más los votos provisionales que acabarán siendo no contados sumarán más que la distancia entre Bush y Kerry en Ohio.
Y luego se hizo famoso el cálculo de una matemática de Colorado que estimó que los votos en condados de Florida que usaban máquinas de lectura óptica de votos (como las que usamos para leer la loto aquí) tenían una sorprendente desviación favorable a Bush. Los cálculos han sido refutados razonablemente por varias personas, y dos periódicos nada sospechosos de simpatía a Bush, como el Washington Post y el New York Times han publicado sendos artículos tomando partido por los que refutan las sospechas.
La autora de los cálculos sigue debatiendo con los refutadores, y está aún por ver si definitivamente todas las dudas están aclaradas. Los rumores de fraude siguen circulando por Internet y es posible que nunca se acaben disipando.
Para mi argumento contra el voto electrónico, es indiferente que los comportamientos "raros" se hayan producido con voto electrónico propiamente dicho, o con otros tipos de máquinas. Y es indiferente que haya habido fraude o no. Lo que es importante es que las sospechas de fraude son plausibles y difíciles de disipar. Si se lee el debate entre la matemática de Colorado y sus detractores, es fácil ver que ella aporta lo que parecen "datos incontrovertibles" y ellos aportan explicaciones más o menos convincentes, sobre, por ejemplo, sureños registrados como demócratas que suelen votar a presidente republicano, que no rebaten los datos de partida, sino que discuten sobre su significado. Quien quiera ver fraude, no se va a bajar del caballo.
Lo crucial es que siempre que haya un recuento no público y transparente (como el que tenemos ahora) y haya resultados de algún modo sorprendentes o inesperados (sobre todo en favor del partido en el gobierno) surgirá una rumorología del fraude. Rumorología que nunca se podrá rebatir diciendo "aquí están los votos", porque los votos no estarán ahí.
Respecto a lo que me interesa en esta página, lo cierto es que no ha habido "catástrofes mayores" en el uso del voto electrónico.
En Carolina del Norte, el mal manejo de unas máquinas hizo que se perdieran 4.500 votos. El resultado no afecta a las elecciones presidenciales, pero puede impedir la elección de ciertos cargos locales.
También falló el nuevo sistema implantado en elecciones locales de San Francisco que permitía a los electores poner en orden a los candidatos y llevar a cabo una "segunda vuelta instantánea", eliminando a los que tuvieran menos votos, y adjudicando a los candidatos restantes las segundas, terceras o sucesivas preferencias de los votos a los candidatos eliminados. Cuatro de las siete elecciones quedaron provisionalmente sin resolver.
En Columbus, Ohio, una máquina electoral dio a Bush, en los resultados provisionales, 4.258 votos, contra 260 votos de Kerry, en un colegio electoral con sólo 638 votantes. El problema fue detectado y resuelto fácilmente.
Por otra parte, en Florida, un error informático hizo que en los resultados parciales del escrutinio de unos referendums locales (no en las elecciones presidenciales), a partir de cierta cuantía de votos, cada nuevo voto fuera descontado, en lugar de sumado, al total.
Eso es todo, que yo sepa, a estas alturas. Y es bien poco, teniendo en cuenta que hablamos de una votación con unos 120 millones de votos emitidos, para literalmente miles de puestos distintos.
Ahora bien, en varios de esos casos, los errores detectados han derivado de que los resultados dan "cifras imposibles": más votos totales que votos emitidos, o al revés. Por definición, no sabemos cuántos errores más se han podido producir en los que una máquina electrónica de votación (de las que no dejan rastro en papel) haya producido resultados "coherentes".
Curiosamente, las acusaciones de fraude o los rumores del tipo "ganó Kerry" que corren por las páginas de simpatías demócratas en Internet, apuntan a otros métodos de votación más tradicionales, y no al voto electrónico.
El fuego lo abrió Greg Palast, periodista de investigación más bien inclinado contra Bush, que escribió en su página simplemente "Kerry Won", y lo atribuyó a las máquinas de votar con perforaciones, como las que se hicieron famosas en Florida en 2000. Según sus cálculos, los votos perdidos por esas máquinas, que se usan sobre todo en distritos con fuerte voto a Kerry (92.000, según The Plain Dealer, de Cleveland), más los votos provisionales que acabarán siendo no contados sumarán más que la distancia entre Bush y Kerry en Ohio.
Y luego se hizo famoso el cálculo de una matemática de Colorado que estimó que los votos en condados de Florida que usaban máquinas de lectura óptica de votos (como las que usamos para leer la loto aquí) tenían una sorprendente desviación favorable a Bush. Los cálculos han sido refutados razonablemente por varias personas, y dos periódicos nada sospechosos de simpatía a Bush, como el Washington Post y el New York Times han publicado sendos artículos tomando partido por los que refutan las sospechas.
La autora de los cálculos sigue debatiendo con los refutadores, y está aún por ver si definitivamente todas las dudas están aclaradas. Los rumores de fraude siguen circulando por Internet y es posible que nunca se acaben disipando.
Para mi argumento contra el voto electrónico, es indiferente que los comportamientos "raros" se hayan producido con voto electrónico propiamente dicho, o con otros tipos de máquinas. Y es indiferente que haya habido fraude o no. Lo que es importante es que las sospechas de fraude son plausibles y difíciles de disipar. Si se lee el debate entre la matemática de Colorado y sus detractores, es fácil ver que ella aporta lo que parecen "datos incontrovertibles" y ellos aportan explicaciones más o menos convincentes, sobre, por ejemplo, sureños registrados como demócratas que suelen votar a presidente republicano, que no rebaten los datos de partida, sino que discuten sobre su significado. Quien quiera ver fraude, no se va a bajar del caballo.
Lo crucial es que siempre que haya un recuento no público y transparente (como el que tenemos ahora) y haya resultados de algún modo sorprendentes o inesperados (sobre todo en favor del partido en el gobierno) surgirá una rumorología del fraude. Rumorología que nunca se podrá rebatir diciendo "aquí están los votos", porque los votos no estarán ahí.
sábado, noviembre 13, 2004
Opiniones
Si quieres expresar tu opinión sobre la implantación del voto electrónico en Euskadi y/o en España, puedes hacerlo aquí.
Espero que pueda surgir un debate interesante entre los visitantes.
He colocado la breve correspondencia que he tenido con algunos visitantes desde que comencé la página.
Si quieres enviarme una opinión y que no aparezca en los comentarios, envíame un e-mail a
noalvoto_e@yahoo.es
Espero que pueda surgir un debate interesante entre los visitantes.
He colocado la breve correspondencia que he tenido con algunos visitantes desde que comencé la página.
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