Como consecuencia de la "Help America Vote Act" (HAVA), que ha promovido el cambio en los equipamientos electorales, por primera vez este noviembre la inmensa mayoría de los norteamericanos votarán en máquinas electrónicas. Y es muy probable que haya problemas, dice el Christian Science Monitor, si nos basamos en la experiencia de las primarias.
Por otra parte, los expertos que realizan pruebas de seguridad en las máquinas siguen encontrando muchísimas vulnerabilidades, como en este estudio de la Universidad de Princeton. La buena noticia es que las dudas sobre la fiabilidad de las máquinas han alcanzado suficiente dimensión como para que 27 estados hayan impuesto la obligación de que las máquinas impriman también una copia en papel de los votos (verificable por el elector), de forma que en caso de problemas pueda realizarse un recuento manual de los votos.