El martes pasado hubo cinco referendums en Ohio. El Columbus Dispatch publicó el domingo anterior su tradicional encuesta sobre los mismos, con una larga tradición de aciertos. Misteriosamente, en uno de los referendums, sobre financiación del gobierno estatal, el Dispatch acertó casi exactamente el resultado (predijo un 53% a favor, y hubo un 54% a favor). Pero en los otros cuatro referendums, todos sobre reformas del sistema electoral, se equivocó espectacularmente (hasta en más de 20 puntos).
Conclusión: algunos piensan que esto es casi una prueba de manipulación de los resultados, gracias a las máquinas de voto electrónico. Yo no sé lo suficiente del caso para tomar postura. Pero sí para comprobar, una vez más, que el voto electrónico es un gran agujero negro que puede crear enormes bolsas de desconfianza.